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Segunda mano

Mi amor por los mercados de segunda mano nació con este portaretrato: por suerte lo pude poner en mi cuarto en la pared de los lindos recuerdos de mi vida.  Esto lo compro mi mama en un anticuario y fue el primer regalo que ella le hizo a sus padres con su primer sueldo. No se si a ellos le gusto mucho pero la intención fue lo importante y amo me gusto. Me encanta ir a recorrer los negocios de segunda mano, porque encuentro cosas especiales que no están en todos lados. "Los brocki" como los llaman acá.  En Zürich el mercado del usado es super amplio. Hay de todo, algunos son muy baratos, otros no tanto pero yo siempre que puedo me doy una vuelta y siempre algo encuentro. Algunos se preguntaran que tiene que ver este post con la cocina y la verdad que mucho. Varias de las cosas que tengo en mi cocina las encontré en estos mercados. Platos, vasos, tazas, utensillos varios y también alguna que otra reliquia que se usaba antiguamente en la cocina: pisa papas, cucharones,

Alfajorcitos de maicena


Una clásica receta argentina para la hora del té.

Ingredientes

200 gramos de harina
300 gramos de fécula de maíz
200 gramos de manteca blanda
150 gramos de azúcar
3 yemas
2 cucharaditas de polvo de hornear
½ cucharadita de bicarbonato de sodio
1 pizca de sal
Ralladura de 1 limón
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de coñac

 

Preparación

Para la masa, tamizar la harina, la fécula, el bicarbonato y el polvo de hornear.

En otro recipiente batir la manteca, el azúcar y el limón hasta obtener una crema esponjosa. Agregar las yemas de a una a la vez batiendo muy bien. Agregar la esencia de vainilla y el coñac. Agregar los ingredientes secos a la preparación y amasar hasta unir todos los ingredientes. Como tiene manteca no hay que trabajarla demasiado. Si la masa se pegotea agregar un poco de fécula.

Estirar la masa hasta que quede de ½ centímetro de espesor. Cortar pequeños discos de 7 centímetros de diámetro.

Cocinar los discos en una placa con papel manteca en horno caliente hasta que estén secos pero sin dorar (aprox. 8 minutos).

Retirar del horno y dejar enfriar. Una vez frías, unir dos tapas con un poco de dulce de leche repostero, presionar para que el dulce salga por los costados y hacerlos rodar por coco rallado.

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