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Segunda mano

Mi amor por los mercados de segunda mano nació con este portaretrato: por suerte lo pude poner en mi cuarto en la pared de los lindos recuerdos de mi vida.  Esto lo compro mi mama en un anticuario y fue el primer regalo que ella le hizo a sus padres con su primer sueldo. No se si a ellos le gusto mucho pero la intención fue lo importante y amo me gusto. Me encanta ir a recorrer los negocios de segunda mano, porque encuentro cosas especiales que no están en todos lados. "Los brocki" como los llaman acá.  En Zürich el mercado del usado es super amplio. Hay de todo, algunos son muy baratos, otros no tanto pero yo siempre que puedo me doy una vuelta y siempre algo encuentro. Algunos se preguntaran que tiene que ver este post con la cocina y la verdad que mucho. Varias de las cosas que tengo en mi cocina las encontré en estos mercados. Platos, vasos, tazas, utensillos varios y también alguna que otra reliquia que se usaba antiguamente en la cocina: pisa papas, cucharones,

Unos riquísimos chipas o pancitos de queso



No sabia muy bien que usar y cada vez que buscaba una receta aparecian diferentes tipos de féculas y/o harinas. Finalmente hice la prueba con lo que encontré en suiza en un mercado chino: fecula de tapioca que es muy parecida a la harina o fecula de mandioca asique creo que con todas va  bien. Me queso bastante bien y el resultado fue un éxito porque no sobre ni uno. No se si así se haran los originales pero esta es mi versión. Espero les guste!!!


Ingredientes
400 gramos de fecula de tapioca
2 huevos grande o 3 medianos
110 gramos de manteca
100 ml de leche
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de sal
150 gramos de queso parmesano
200 gramos de quesos duros (emmental, gruyere, mozzarella). Yo uso los que tengo a mano y que me fueron sobrando.


Procedimiento
Mezclar en un recipiente todos los quesos rallados, agregar la fecula, el polvo de hornear, la sal, y la manteca. Mezclar la leche con los huevos y agregar a los ingredientes secos que teníamos en el bowl.
Va a quedar algo así:


Dejar descansar la masa en la heladera por lo menos 30 minutos para que sea mas fácil formar los pancitos. Formar bolitas del tamaño de una nuez. Ponerlos sobre una placa de horno con papel manteca.



Dejarlos en la heladera para que estén bien fríos al momento de hornearlos.
Horno muy caliente, de 230 grados para arriba. Hornear 12 minutos.
Se pueden congelar y tenerlos en una bolsita y hornearlos cuando los necesites. Del congelador al horno.


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