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Segunda mano

Mi amor por los mercados de segunda mano nació con este portaretrato: por suerte lo pude poner en mi cuarto en la pared de los lindos recuerdos de mi vida.  Esto lo compro mi mama en un anticuario y fue el primer regalo que ella le hizo a sus padres con su primer sueldo. No se si a ellos le gusto mucho pero la intención fue lo importante y amo me gusto. Me encanta ir a recorrer los negocios de segunda mano, porque encuentro cosas especiales que no están en todos lados. "Los brocki" como los llaman acá.  En Zürich el mercado del usado es super amplio. Hay de todo, algunos son muy baratos, otros no tanto pero yo siempre que puedo me doy una vuelta y siempre algo encuentro. Algunos se preguntaran que tiene que ver este post con la cocina y la verdad que mucho. Varias de las cosas que tengo en mi cocina las encontré en estos mercados. Platos, vasos, tazas, utensillos varios y también alguna que otra reliquia que se usaba antiguamente en la cocina: pisa papas, cucharones,

Habesha Restaurant





Una experiencia diferente, un sabor especial y una particularidad: comer con las manos (sin cubiertos).
Hace unos dias en mi salida gastronómica con las chicas fuimos a un restaurant etiope en Zürich. El lugar es muy sencillo, pocas mesas pero estaba lleno. Un lugar muy familiar atendido por los mismos dueños.
Todo fue una sorpresa, no sabiamos muy bien que pedir. Mientras esperábamos a una de las chicas le pedimos al mozo que nos trajera algo para picar.
Y apareció con esta especie de crepe con una salsa un poco picante. 


La presentación de la comida es muy especial. Se sirve en el mesob, es una especie de plato de paja bastante grande donde se sirve toda la comida junta y se mantiene tapado hasta que todos los comensales esten en la mesa. 


El mesob  es muy colorido y dentro hay una variedad de comidas sobre una bandeja y una especie de panqueque (el mismo panqueque que nos trajeron al principio). Hay legumbres, verduras, estofados de pollo, cordero y ternera.

Lo sorprenderte es que no hay cubiertos, se come directamente con las manos. Para poder agarrar los alimentos, se corta la injera  (el mismo panqueque) que es una especie de crepe que sirve de cubierto y también se come. La injera se hace con un cereal etiope (el teff). Por lo que pude leer del tema, es una masa que se deja fermentar 3 días, hasta que aparezcan burbujas en la superficie.

La comida es un poco picante. Se usan muchas especias: cardamomo, jengibre, clavo de olor, canela, curcuma y comino.
La especialidad del lugar se llama marathon. Combina 5/6 recetas y es para compartir, a partir de dos personas. Eso fue lo que pedimos nosotras:


Una vez vale la pena probar algo diferente y poder conocer un pedacito de la gastronomía africana,
Los datos de lugar:


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