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Segunda mano

Mi amor por los mercados de segunda mano nació con este portaretrato: por suerte lo pude poner en mi cuarto en la pared de los lindos recuerdos de mi vida.  Esto lo compro mi mama en un anticuario y fue el primer regalo que ella le hizo a sus padres con su primer sueldo. No se si a ellos le gusto mucho pero la intención fue lo importante y amo me gusto. Me encanta ir a recorrer los negocios de segunda mano, porque encuentro cosas especiales que no están en todos lados. "Los brocki" como los llaman acá.  En Zürich el mercado del usado es super amplio. Hay de todo, algunos son muy baratos, otros no tanto pero yo siempre que puedo me doy una vuelta y siempre algo encuentro. Algunos se preguntaran que tiene que ver este post con la cocina y la verdad que mucho. Varias de las cosas que tengo en mi cocina las encontré en estos mercados. Platos, vasos, tazas, utensillos varios y también alguna que otra reliquia que se usaba antiguamente en la cocina: pisa papas, cucharones,

Ñoquis de sémola a la romana


Ingredientes

250 gramos de sémola
1 litro de leche
100 gramos de manteca
50 gramos de manteca derretida
3 yemas de huevo
120 gramos de queso rallado
Una pizca de nuez moscada
Una pizca de pimienta
Media cucharadita de sal

Preparación

Poner en una cacerola la leche y llevarla al fuego hasta que hierva. Agregar en forma de lluvia la sémola y mezclar continuamente. Una vez que empieza a espesarse, agregar 50 gramos de manteca, la nuez moscada, la sal y la pimienta. Seguir mezclando enérgicamente por 20 minutos aproximadamente en total. Fuera del fuego, agregar 2 cucharadas de queso rallado, las yemas de huevo.

Mojar la mesada o una placa con un poco de agua fría y volcar la sémola y con la parte plana de un cuchillo extender la preparación hasta un centímetro de espesor. Conviene mojar el cuchillo en agua caliente para que no se pegue la masa.

Dejar enfriar por lo menos 1 hora y con un corta pasta de 6 centímetros de diámetro cortar los ñoquis. Enmantecar un fuente para horno con la manteca restante y disponer los ñoquis. Cubrir con queso rallado y con la manteca fundida.

Llevar al horno hasta que los ñoquis estén bien dorados en la superficie.

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